ORIGEN DE LA HOSTELERÍA EN MADRID. EL PUNTAPIÉ.

mercado de san miguel
ORIGEN DE LA HOSTELERÍA EN MADRID. EL PUNTAPIÉ.
13 Enero 2025 FAST FOOD

Madrid, hoy reconocida como una de las capitales gastronómicas del mundo, tiene un origen fascinante en su historia de hostelería. Lejos de los restaurantes elegantes y los bares de moda, los primeros pasos de la industria hostelera en la ciudad se dieron en las calles, con puestos de comida desmontables que atendían a viajeros, comerciantes y locales por igual. "Los puntapiés" eran pequeños puestos de comida al aire libre, montados rápidamente en calles concurridas, mercados o plazas. Su principal característica era su fugacidad: podían ser desmontados en cuestión de segundos ante el paso de la autoridad.

¿Por qué este nombre? Según cuentan las crónicas populares, los propietarios de estos puestos estaban siempre alerta, y ante el mínimo aviso de la llegada de la policía, recogían sus utensilios y salían corriendo, literalmente, a base de "puntapiés".

La persecución y la creatividad

En una época en la que los permisos y regulaciones eran estrictos, los puntapiés no eran del todo legales. La policía patrullaba las calles para evitar que estos pequeños negocios funcionaran sin autorización. Sin embargo, la creatividad y el ingenio de sus propietarios les permitieron sobrevivir:

  • Se establecían en puntos estratégicos, siempre con vías de escape cercanas.
  • Usaban utensilios ligeros y fáciles de transportar.
  • Dependían del boca a boca para atraer a sus clientes habituales.

Los primeros "restaurantes" madrileños

En el siglo XVII, Madrid comenzó a consolidarse como una ciudad en crecimiento gracias a su posición como capital del reino. Esto atrajo a numerosos comerciantes y viajeros, quienes buscaban un lugar donde descansar y comer durante sus recorridos. Para satisfacer estas necesidades, surgieron los puestos de comida desmontables, estructuras simples que ofrecían platos básicos pero sustanciosos.

Estos puestos eran frecuentes en:

  • Mercados: Lugares concurridos donde se ofrecían comidas rápidas, como guisos o asados.
  • Caminos y plazas: Estrategicamente ubicados para atender a los viajeros.
  • Festividades y ferias: Una tradición que aún perdura en eventos populares como San Isidro.

¿Qué ofrecían estos puestos?

Aunque humildes, los puestos de comida desmontables ofrecían recetas que hoy forman parte del patrimonio culinario de Madrid:

  • Cocido madrileño: Un plato energético ideal para reponer fuerzas.
  • Asados y embutidos: Elaborados con ingredientes locales y fáciles de transportar.
  • Vinos y aguardientes: Perfectos para combatir el frío.
  • La evolución hacia la hostelería moderna
  • Caldo caliente: Ideal para combatir el frío de los inviernos madrileños.
  • Tortas y panes rellenos: Una opción práctica para los trabajadores y transeúntes.
  • Vino y aguardiente: Los clientes podían calentarse con una bebida rápida antes de seguir su camino.

EL PUNTAPIÉ. ORIGEN DE LA HOSTELERÍA EN MADRID

Con el tiempo, estos puestos dieron paso a locales más permanentes, como las tabernas y fondas, que ofrecían no solo comida, sino también hospedaje. Muchas de estas tabernas evolucionaron y se convirtieron en los restaurantes que conocemos hoy, algunos de los cuales aún conservan elementos de esa época, como recetas tradicionales y decoraciones castizas.

Legado y herencia de los puntapiés.

Aunque ahora Madrid se llena de alta cocina y tendencias internacionales, la esencia de los primeros puestos desmontables sigue presente. Aunque los puntapiés desaparecieron con el tiempo, su espíritu ha perdurado en la hostelería madrileña. Muchas de las características de estos locales han inspirado conceptos modernos:

  • Food trucks: Herederos directos de los puntapiés, con movilidad y rapidez como bandera.
  • Mercados callejeros: Como el Mercado de Motores o el Rastro, donde los puestos efímeros ofrecen comida de calidad.
  • Los mercados gastronómicos: Como el de San Antón o Vallehermoso, donde la comida rápida y accesible es protagonista.
  • Cultura gastronómica al paso: Madrid sigue siendo una ciudad donde se puede comer bien y rápido en cualquier esquina.
  • Las celebraciones populares: Con puestos que ofrecen bocadillos de calamares, churros y otras delicias castizas.

food truck

Ejemplos emblemáticos de la transición:

  • Casa Botín: Reconocido como el restaurante más antiguo del mundo, refleja la evolución de una taberna clásica.
  • Mercado de San Miguel: Aunque modernizado, conserva el espíritu de los mercados históricos madrileños

De la improvisación a la excelencia

Hoy en día, la hostelería madrileña ha evolucionado hasta convertirse en un referente mundial. Desde los bares de tapas hasta los restaurantes con estrella Michelin, todo comenzó con la misma idea básica de los puntapiés: ofrecer comida accesible, práctica y llena de sabor.

El origen de la hostelería madrileña es un recordatorio de cómo la sencillez y la funcionalidad pueden ser el punto de partida para una industria vibrante y en constante evolución. En Hostelados, nos inspiran estas historias para ofrecer soluciones que combinen tradición e innovación. Como esos primeros puestos desmontables buscamos en nuestro proyectos, soluciones prácticas, eficientes, adaptadas a los tiempos de cambios vertiginosos y diseñadas para satisfacer las necesidades de quienes apuestan por la hostelería.

Si estás pensando en equipar tu negocio de hostelería, recuerda que hasta las ideas más humildes pueden convertirse en grandes éxitos. ¿Quieres dar tu propio "puntapié" en el mundo de la hostelería?¿Quieres llevar tu negocio a otro nivel? Contáctanos y equipa tu cocina con lo mejor del mercado.

 

 

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